Estoy incómoda en mi cuerpo,
Escuchando palabras que no me interesan,
Deseando que todos se muerdan la lengua.
Subo el volumen de la radio,
Y aún los escucho en mi cabeza,
Esos gritos constantes que no me dejan,
Y me desesperan.
Creo que a nadie le interesa,
Todos gritan sus problemas,
Como si fuera un concurso a la mejor tragedia.
Ajena en mi cuerpo,
Deseando un poco de silencio,
Para callar los gritos,
Que tanto me atormentan.